Nores negó, semanas atrás en una entrevista con el diario británico «Daily Mail», tener responsabilidad alguna en la muerte de su amigo: «Nunca abandoné a Liam. Fui a su hotel tres veces ese día y me fui 40 minutos antes de que todo sucediera. Había más de 15 personas en el vestíbulo del hotel charlando y bromeando con él cuando me fui. Nunca me imaginé que algo así sucedería. He extrañado a mi amigo todos los días».
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En lo inmediato, la situación del camarero Paiz y del empleado del hotel Pereyra son las más complejas, porque las cámaras de seguridad y los chats con Payne los incriminan.
«En el chat entre Paiz y Payne del pedido de la madrugada del 14 de octubre hay una foto de la bolsita de cocaína de cinco gramos que le ofrece. En el de la mañana de ese mismo día, le dice al cantante que tiene de tres gramos y de siete. Payne se toma un taxi y va a buscar la droga», señalaron a «Infobae» fuentes ligadas al proceso.
A Pereyra se lo señala por haber suministrado cocaína a Payne en dos ocasiones, el 15 y el 16 de octubre: «Recibió 100 dólares y en el chat del día de la muerte, el fallecido le pidió: ‘Siete gramos más de lo que me diste ayer’. Luego, le hace entrega trabando la puerta del ascensor en el subsuelo, y eso está en video».